domingo, 18 de septiembre de 2011

EL CAMINO



Ya hace años que el "Camino de Santiago" comenzó con auge y gran acogida de peregrinos , que de los distintos continentes hacen para vivir su propia experiencia, la suya, sea cual fuere sin duda loable, porque toda experiencia es eso lo que la palabra indica. ADOLFO ya desde hace años también hizo su propia reflexión sobre el mismo, aquí lo plasmo.

EL CAMINO

ADOLFO CARRETO

Este es el año del camino, así que este año todos los caminos conducen a Santiago de Compostela, hasta la tumba del Apóstol.Por eso, este es un año de magia y de gracia. También, por qué no, año de aventura, de diferentes aventuras, priva la aventura espiritual, por supuesto, pero no es la única.

El camino hacia Santiago, lo protagonizan fundamentalmente los creyentes, pero no solo los creyentes, también los curiosos,, también los aventureros y también los que, sin creer, anhelan, o van en busca, o desean indagar, o sospechan poder encontrarse con lo que nunca se han encontrado.

El camino se hace a pie, a lomo de la caballería,a pedaleo de bicicleta, a ruido de moto,a tranquilidad de vehículo, a rapidez de avión; por eso, el camino es más largo o más corto, más empinado o más suave.También se hace a solas, o en compañía de pocos, o en compañía de muchos, por eso es más silencioso o más bullanguero.

Durante el trayecto se reza, se canta, se dialoga,se inventa, se medita.Por el camino hay edades en marcha, desde la juventud hasta la adultez, desde la algarabía hasta la sobriedad.Por el camino hay encuentros, hay posadas,albergues,iglesias y ermitas con milagros escondidos, leyendas de peregrinos de antes, leyendas de apariciones de santos, santos que han dejado su pedestal disfrazándose de caminantes para acompañar a los caminantes.

Todos los caminos llevan a Santiago aunque no todos los caminantes llegan.Ahora se llega con más facilidad que antes pero igualmente en el camino se encuentran tropiezos: tropiezos físicos y también psíquicos.Así que algo divinamente humano tiene el rito del camino, aun para aquellos que lo hacen sin previo convencimiento de que el jubileo sea efectivo.

Los caminos que se emprenden, para conseguir lo que no se consigue en el lugar propio siempre son caminos de esperanza.Lo que sí es seguro es que una vez ante la tumba del Apóstol se produce el milagro: el milagro del estremecimiento, que es mucho más que un escalofrío, el milagro de sentirte y de sentir lo que no se sospecha, el milagro del convencimiento de que el trayecto ha valido la pena. Por eso el camino, a como dé lugar, es siempre provechoso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy difícil decir tantas cosas con tan pocas palabras. Igual que en el poema, Adolfo, para mi, es un verdadero maestro.
Un abrazo, Salva.

Anónimo dijo...

Hacer un comentario sobre lo que nos legó Adolfo seria repetirme,de lo que no me cansaré nunca,pues para mi,esa forma tan suya y tan magistral de abordar la esencia de lo que realmente somos en medio de este jardin que unas veces viste de primavera y otras de invierno,me llena ,y al leerlo me hace revivir los momentos inolvidables a su lado.Un abrazo .Félix