lunes, 15 de noviembre de 2010

EL PECADO DE SER POBRE

El autor vivió en Caracas donde dirigió el Departamento de Información y Orientación del INSTITUTO DE NUEVAS PROFESIONES, estudió filosofía y Teología en Madrid y posteriormente periodismo, los primeros años en Navarra y posteriormente se graduó con la máxima calificación en la Universidad de Andrés Bello en Caracas, donde ejerció la docencia.Escribió en la revista SUMMA. dirigió mucho tiempo un programa por RM Radio.colaboró asiduamente en la revista Protesta.Bohemia, etc...
Fue director de una de las sedes del Instituto Universitario de Nuevas Profesiones.
Entre sus obras publicadas caben destacar: Educación, Violencia y medios de comunicación social.Va a nacer un niño, El pecado de ser pobre, Danos la paz.
Libros de texto universitario:Lenguaje y comunicación.Los pecados sobre la mesa, que fue 1er premio Internacional de Narrativa FRANCISCO HERRERA LUQUE. !Ay, Savonarola ¡ y alguno más-
La obra que aquí presento es un profundo análisis divulgativo sobre la situación y vida del hombre latinoamericano.El autor de basa en hechos concretos.Hechos que los lectores asiduos de los periódicos quizá puedan recordar todavía. Por detrás de esos acontecimientos humanos existe un mundo oculto, unas fuerzas irrestibles que que mueven la historia y la vida de nuestros pueblos.
Para el autor, por ejemplo, la pobreza del continente latinoamericano no es casual sino que más bien tiene una causa muy concreta.El análisis de los acontecimientos diarios dan con esa causa, la cual , una vez descubierta, necesita ser denunciada.
Y esto es el libro: una denuncia y una defensa.Una denuncia para los causantes de la pobreza y una defensa de los sufrientes de esa pobreza.
Criticos han dicho" su pluma es amena, ocurrente y audaz"
Rosario Carreto

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya lo dice bien el título. Como dice un crítico literario, "Adolfo manejaba sutilmente la ironía", porque ser pobre en esta sociedad de opulencia y apariencia, parece casi una enfermedad. Por desgracia, el dinero abre las puertas de muchas conciencias. Sin embargo, aún quedan personas, pienso que muchas, que prefieren estar calladas y que no se doblegan porque siguen el sendero que les marca su conciencia, equivocada o no, pero es la suya, la que emana de la educación, los reveses y los consejos tras los fracasos o lo s buenos ratos.
A medida que va pasando la vida y vas conociendo gente, al menos en mi caso, te percatas que donde está la gente más integra y noble, es entre esa gente que vive como buenamente puede y aceptan el destino como llegua, asumiendo la cruz que han de cargar.
En definitiva,todavía hay muchas personas con otros valores mucho más importantes que el dinero.
Aunque yo creo que Adolfo, escudándose en la ironía, sabía muy a ciencia cierta aquel dicho: "Era tan pobre que sólo tenía dinero". Un abrazo. Salva

Manuel dijo...

El libro "Los pecados sobre la mesa" lo tengo dedicado por él.
Prestados por su hermano Angel y Joaquina "Va a nacer un niño" y "Ay Savonarola", que ahora leen mis hermanas. Por si llegan hasta aquí, aprovecho para informar a Joaquina o sus hijas, que sepan que los libros están a buen recaudo.
-Manolo-